Nuestra aventura continúa por los Países Bajos, mientras las familias y el colegio siguen mostrándonos la gran hospitalidad con la que nos recibieron el primer día.
Hoy era un día muy importante pues nuestros alumnos ya que se mezclarían con los estudiantes locales en sus clases y conocerían una sistema diferente.
A las 8:15 de la mañana el grupo de españoles nos reuníamos en una de las aulas para intercambiar opiniones y contarnos las últimas novedades sobre nuestro viaje. Tras esto, los compañeros holandeses nos habían preparado una clase para aprender diferentes aspectos sobre la lengua local. La pronunciación se nos hacía muy complicada y gracias a ello hemos pasado momentos muy divertidos.
Sin tiempo para pensar, los chicos se repartían por todas las clases del enorme colegio en el que nos encontramos. Geografía, lengua, arte o educación física eran algunas de las asignaturas a las que nuestros estudiantes acudirían.
Después del "break" y tras reponer fuerzas, los profesores holandeses, Valery y René, nos habían preparado unos divertidos talleres. Mientras unos pintaban azulejos de forma tradicional, otros se dirigían a un aula donde elaborarían y degustarían los famosos "stroopwafels". Estas tortitas con sirope harían las delicias de nuestros alumnos e impregnarían el colegio con un olor exquisito.
El deporte ha copado las últimas horas de la jornada. Los profesores de educación física han organizado un campeonato de "Dodgeball", juego muy practicado por los alumnos holandeses y que ha resultado ser un éxito.
Un día más se acaba y en el horizonte se nos presenta el final de esta aventura. Otro día más la implicación de los chicos en las actividades ha sido total y han disfrutado de cada una de ellas.
Un saludo.
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